El Vyayam, la más antigua tradición marcial de la India.

El Veda, la tradición madre que inspiró a grandes vías de espiritualidad y conocimiento, como la buddhista, jainista, sikh y taoista, ya en los albores de los tiempos desde lo cedros del Líbano hasta los confines de los cerezos japoneses, exclamó en el Rig Veda : "Oh hombre, que buscas la verdad y la sabiduría, abre tus brazos y deja que el conocimiento llegue a tí de todas partes, la verdad es una y los sabios te la enseñarán de diferentes maneras"…
Las Vías Integrales prácticas del Yoga y del Vyayam, la Serenidad Fortalecedora de la Meditación, la Sabiduría Trascendental y Reintegradora del Tantra, el Conocimiento impecable de la Salud y la Longevidad del Ayurveda… consejos, explicaciones y revelaciones sobre los milenarios procesos de autorealización más vigentes cada día, aquí en una nueva entrega de nuestra sección de "Saber Ser", para aprender un poco más, voy a tratar sobre "El Vyayam, la más antigua tradición de la India".
Alfredo Tucci, director de la revista Budo International Publishing CO. escribió sobre el Vyayam recientemente: "Los orígenes de las Artes disciplinarias son confusos. No es la primera vez que escuchamos hablar de las técnicas milenarias de la India especialmente del Kalaripayat, pero no son muchos los que lo conocen como Vyayam.
Hay dos teorías básicas en el estudio de la historia. Una que considera que los descubrimientos y desarrollos técnicos se realizan en un punto a partir del cual se difunden y otra que entiende que en un mismo momento y en diferentes lugares puede encenderse sincrónicamente la misma chispa.
No tiene mucho sentido discutir qué fue primero o después, salvo para algunos nostálgicos que consideran que lo más antiguo es siempre mejor. Lo importante en cualquier fórmula marcial es que funcione.
Pudimos asistir durante la sesión fotográfica a una demostración de lo que es el Vyayam. Sus movimientos están cargados de sentido energético, son similares a algunos sistemas de Chi Kung; rezuman energía, armonía y poder. Realizados de modo apropiado sin duda son tremendamente energetizantes y su secuencia se nos aparece plena de sentido. Hay belleza en su ejecución, fuerza y chispa.
Nadie espere encontrar enrevesados movimientos. Antes bien son combinaciones sencillas y por ello mismo sin duda eficaces. Tal y como en otras formas marciales los animales y la naturaleza son la inspiración simbólica que subyace tras todo ejercicio. "


I. ORIGENES DEL VYAYAM
La palabra “Vyayam” proviene del Sánskrito, y significa “domar el aliento interno”. En algunos países actualmente se practica bajo nombres dravídicos (no sánskritos), como: Maypayat, que son los ejercicios aeróbicos de energía y armonía, y KalariPayat, o “gimnasia de la maestría del movimiento”. Vyayam y KalariPayat es lo mismo. La primera es la denominación sánskrita y ancestral; KalariPayat es el nombre dravídico y reciente.
El Vyayam proviene de la India, más concretamente de la zona meridional; su principio fundamental está basado en el conocimiento profundo de nuestras energías y su proyección interna y externa.
Sus orígenes se remontan a hace miles de años. Sus disciplinas ya eran practicadas en la India por los antiguos guerreros de la época de los Vedas, muy anterior a la era budista. En el siglo V de nuestra era, el monje hindú Boddhidharma lo introdujo en China, con el fin de ayudar a los religiosos de los Templos Shaolin a fortalecer sus cuerpos, debilitados por la ascética vida de los monasterios y también para defenderse contra las agresiones de los bandidos. De ahí nacieron los sistemas chinos de gimnasia energética y las artes marciales chinas tradicionales, a las que siguieron las disciplinas japonesas y, posteriormente, lo esencial de las Artes Marciales en el resto del mundo. Por eso se dice que el Taichi, el Qi Gong, el Kung Fu, el Sorinji Kempo, el Aikido, etc...están inspirados en las técnicas del Vyayam.


II. EL VYAYAM (KALARIPAYAT)
El Vyayam ha sido muy perseguido a lo largo de la historia: primero por los musulmanes y posteriormente por los ingleses en la época de la colonización. Su práctica fue prohibida por ley y desde entonces se practicó de manera clandestina. A pesar de todo, y gracias a la transmisión secreta de algunos Maestros, consiguió sobrevivir. Por esta razón apenas existen documentos escritos. En la India todavía quedan algunas escuelas en las zonas de Kerala y Tamil Nadu, pero es sabido que son restringidas y de difícil acceso.
En Europa, el Vyayam fue introducido por una escuela tradicional de inspirada en las enseñanzas de Tilakswami. Este Maestro hindú, inspiro a sus discipulos de una manera unica y excepcional, llegando estos a establecer una hermosa sintesis de Yoga y Artes Marciales, convirtiendo este antiguo arte marcial en un excelente Yoga Dinámico o Gimnasia Energética. En India se sigue empleando también como Arte Marcial, pero de una manera restringida y muy selectiva.
El Vyayam otorga a su practicante un gran poder y control de sí mismo, ayudándole a flexibilizar su cuerpo, a descongestionar las articulaciones, a liberar la columna vertebral y a tonificar los músculos. Hace que el cuerpo se torne compacto y fuerte. Regenera su energía volviendo a la persona más vital, creativa y positiva. En una palabra, equilibra el cuerpo, la mente y el espíritu.
Las posiciones del Vyayam han sido inspiradas en la Naturaleza por la observación de los Maestros; así, los movimientos imitan a los animales, las posiciones y la dinámica de los elementos naturales, e incluso las obras que hacen los hombres. De esta forma se aprende a adquirir la fuerza que tiene intrínsecamente cada uno de estos elementos.
El Vyayam es la columna vertebral de las disciplinas guerreras, a las que el entrenamiento personal del guerrero aporta el espíritu noble, el conocimiento interno y la luz para seguir la vía de la iluminación.
Antiguamente, e incluso de manera aislada en la actualidad, este arte era practicado por las familias guerreras y por los príncipes. Los guerreros se formaban el el arte de la guerra, el tiro con arco, la lucha con espada y el combate con el cuerpo, a través de las prácticas del Vyayam, porque esta disciplina les preparaba física y energéticamente dándoles una gran fortaleza muscular y mental, y les enseñaba a proyectar su energía en cada parte del cuerpo.
Eran los guerreros perfectos, poderosos en el cuerpo y en la mente.
Hoy en día, las artes marciales están tan masificadas que han perdido gran parte de su esencia, y esa esencia se encuentra en el gran conocimiento de la energía del cuerpo y la forma de proyectarla y expresarla.


III. PRINCIPIOS BASICOS DEL VYAYAM PARA ESTABLECER LA FUERZA EN EL CUERPO
1. La respiración debe ser sonora, suave o fuerte, según sea la intensidad del movimiento.
2. El cuerpo ha de seguir a la respiración tomando la fuerza y haciendo que se proyecte en el movimiento.
3. La mente es la observadora del movimiento del cuerpo y de la respiración, adoptando la postura del testigo implicado.De esta forma se fija la energía en el cuerpo y sólo con una orden, la energía se proyectará adoptando la forma y la intensidad que se desean.
Cuando se realiza un movimiento ordinario para generar un golpe o un toque, se hace tomando la fuerza intrínseca del músculo, en el Vyayam se ejecuta sacando el poder interno desarrollado a través de la práctica de la respiración. Por eso, en esta disciplina, la respiración es fundamental, hasta el punto que podríamos decir que si no hay respiración no hay Vyayam. El secreto del movimiento energético es la respiración. Este es el secreto de la fuerza de las artes marciales. Para explicarlo más claramente, podríamos poner el ejemplo de cuando hablamos con alguien y queremos transmitirle algo; entonces tratamos de proyectar fuerza en nuestra palabra, y ésta puede tener un impacto más superficial o más profundo en nuestro interlocutor, dependiendo de cómo articulemos las palabras, el volumen y el tono que utilicemos, las inflexiones de la voz y el sentido que pongamos en ellas. Igualmente, cuando ponemos nuestra fuerza en un movimiento, en un golpe, el poder real de su impacto va a depender de la fuerza interna que pongamos en su proyección.
El estado de alerta del guerrero nace del estado de despertar del cuerpo y de la mente, lo que se consigue a través de entrenamientos muy específicos. Así, una de estas técnicas es el trabajo de la “microgimnasia”, en la cual condensamos la energía en el cuerpo, en cada célula, en los nervios y arterias, y hasta en cada pensamiento, compactando y comprimiento todo por completo, para luego expandirlo y proyectarlo descargando toda presión, y liberar así los centros de energía que se expanden y se ponen en movimiento. Entonces los sentidos quedan completamente alerta, la mente atenta, concentrada y serena, y el cuerpo fuerte, compacto y ágil, preparado para proyectar o para recibir la fuerza del contrario. Todo este trabajo resulta en un magnífico aprendizaje sobre la proyección de la energía, puesto que ponemos en juego los elementos más profundos de nuestro ser.
Hay una sentencia sánskrita extraída del Kathopanishad que dice: “Donde esté la respiración estará siempre la mente. La mente es la que determina el poder y la fuerza”.
Podemos decir que el Vyayam está encuadrado en el camino del conocimiento de la energía, es decir, el conocimiento del Tantra. Por eso es considerada una enseñanza tántrica.
El Vyayam posee en sí mismo tadas las técnicas que enseñan las demás artes marciales, y la flexibilidad y la agilidad que se desarrolla con su práctica es asombrosa, incluso en las personas de más edad. Puede ser practicado por todo el mundo y en todas las condiciones, por eso se encuentra una gran aplicación como gimnasia energética; dentro de ella existen niveles más altos y más bajos de práctica, pero es igual de efectivo en todos ellos.
Las armas más conocidas para el entrenamiento son los palos de madera, largos y cortos, la espada de madera y la espada de metal. Se practican las técnicas de ataque a puntos vitales. Cada punto esta localizado en una parte muy precisa del cuerpo, y para que el golpe sea verdaderamente eficaz debe darse de una manera específica. Estos golpes pueden producir un intenso dolor, una parálisis temporal, una pérdida del conocimiento o incluso la muerte. A través del Vyayam se llegan a conocer perfectamente estos puntos vitales, que los Maestros han transmitido de generación en generación de una forma cuidadosa y precisa. También se trabajan técnicas de respiración específicas para no sentir el dolor, para expulsarlo o incluso para calmarlo.
El conocimiento del Vyayam es aplicable a la Medicina Tradicional Ayurvédica, cuyos orígenes se remontan hasta dos mil años antes de Cristo. Asi, los Maestros de Vyayam pueden también practicar esta medicina basada en el profundo conocimiento de las energías. Aplicado como masaje ayurvédico, trata los puntos vitales (Adi Tala), mejorando la tonicidad y la flexibilidad de los músculos, estimula la circulación sanguínea y linfática y equilibra las energías del cuerpo ayudando así a la prevención de enfermedades o a su curación.


IV. EL VYAYAM Y LA MOVILIZACION DE LAS MANOS
Las manos en el Vyayam ayudan a escenificar la respiración del practicante y a equilibrar nuestros meridianos magnéticos de energía. Los movimientos de las manos, llamados mudras, son fundamentales, esto quiere decir que no hay movimiento en el Vyayam sin que con el gesto se indique donde va ese movimiento. Todos los movimientos del cuerpo son gobernados por las manos.
Mencionamos la sentencia del Natya Shastra (texto clásico sobre la danza): "Donde esté el movimiento de la mano estará la atención, donde esté la atención estará la vista. Donde esté la vista estará la respiración. Donde esté la respiración, estará siempre la mente. La mente es la que determina el poder y la fuerza."
Cuando se mueven las manos se estan disponiendo magnéticamente las coordenadas de los distintos meridianos y los Talas (los centros de distribución de la energía en el cuerpo). No solo se mueve una articulación sino que se esta movilizando la energía. Si al mismo tiempo se respira adecuadamente, se indica dónde tiene que ir la respiración para que la mente obtenga su éxito y su fuerza. Los movimientos tienen un punto concéntrico que es el Tan: su proyección interna se encuentra a cuatro dedos debajo del vientre. Su proyección externa se encuentra a cuatro dedos por encima del vientre, correspondiendo a los riñones y a la zona de influencia de las glandulas suprarenales.
Se llevan las manos con sus dos grandes Talas hacia el Tan para absober la fuerza y distribuirla. Se pueden hacer muchas cosas con ella: expandirla, concentrarla, absorberla, difuminarla y engullirla. Pero el lugar a donde se lleva todo, como si se tratase del gran gobernador, el siempre el Tan, punto que, de hecho, es el gran gobernador, puesto que coincide en su regencia física con los riñones, como ya he indicado.
La maestría de un practicante de Vyayam se nota en la expresión del movimiento de sus manos en cualquier momento de su vida cotidiana.
Los movimientos de las manos son los que nos van a indicar el control de la respiración y el control de la mente.
El dedo corazón regula el movimiento y el equilibrio de nuestro cuerpo, no sólo en le Vyayam. El dedo corazón marca simpre la regulación que ha de seguir el ejercicio, la dinámica del mismo. El dedo corazón siempre se encuentra proyectado hacia dentro a hacia fuera, gobernando el movimiento.
El dedo índice es el que ayuda a fijar la fuerza donde se quiera proyectar. Fija el movimiento. Fija la energía.
El dedo pulgar estabiliza. Es como un alerón. Este dedo ayuda a estabilizar el movimiento. Se esté moviendo lo que se esté moviendo siempre ha de ser gobernado por el movimiento de las manos. No solamente es un lenguaje sino también una ordenación energética interior.
Nosotros movemos las manos espontáneamente cuando verdaderamente estamos sintiendo lo que decimos. Cuando tenemos estabilidad, los propios dedos de las manos hablan con nosotros.
Por ello, cuando alguien practica Vyayam y está alcanzando la maestría, se nota en la perfecta sincronización que ha alcanzado en los movimientos de sus manos.
Pero donde realmente se demuestra la gran importancia del movimiento de las manos en la práctica del Vyayam es en el hecho de que los grandes Maestros puedan utilizarlo con apenas pequeños movimientos de los dedos.
A pesar de que este maravilloso arte ha sido durante tantos años condenado a la desaparición, podemos decir que en nuestros días está empezando a resurgir de una manera auténtica preservandose su verdadera esencia.

FIN.

© Antonio Javier Plazas (Todos los derechos reservados por el autor)
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